Organiza: Fundación Patiño, La Paz y Jasy Renyhê
2024-10-08
Hora: 00:18:30
Lugar: Primer piso
Ingreso LibreMe fui una mañana en el chaco. Había un remanso ahí, del río apere. Ahí, donde teníamos nuestro puerto en el barranco, donde descansábamos y tomábamos agua del río. Fui con mis tres hijos, una que tenía 3 añitos. Teníamos un arrozal que ya estaba por botar, y teníamos plátano también. Cuando llegamos ahí, nos pusimos a limpiar, y caliente estaba el sol. A mí siempre me daba miedo ese remancito, y decía dentro mío: “a ver si no nos sale la o’ekuna (dueña del agua, el arcoíris) y nos hace algo”. A poco rato tronó y tronó. Se veían las marcas negras del anumo (cielo). ¡Ay, tumbó agua! Era la o’e del remanso que había bajado.
Llovió fuerte. Nosotros corrimos debajo los platanitos a sombrearnos, y ahí nomás, el arcoíris encima de nosotros. Se veía como humo, relumbrante, ardiente. Nosotros corrimos a otra planta, y seguía. A otra planta, y seguía. “Mami que nos está pasando”, dijo uno de ellos. Agarre los machetes, a mi niña su mano, y corrimos. Pero ella nos seguía y nos seguía. No nos desprendió. Ya estaba a media canilla ya el agua. Resbaloso era todo. Nos metimos adentro del monte y no fue más. Había unos árboles grandes, ocho’oses enormes, y esa fue nuestra salvación. Ahí se quedó, en los árboles grandes.
--Victoria Inchu Noe, Moxeña-Trinitaria